Nacida en las afueras de Barcelona, en Sant Esteve Sesrovires, Cataluña España, Rosalía creció en una familia sin antecedentes artísticos directos. Su primera exposición a la música provino de los diversos gustos de sus padres, que incluían a David Bowie, Queen y Supertramp. Sin embargo, todo cambió a los 13 años cuando escuchó por primera vez la música de la leyenda del flamenco Camarón de la Isla a todo volumen en una radio estéreo del carro; describió la experiencia como ser "atravesada por una flecha". Este momento encendió una pasión de por vida por el flamenco.
Rosalía persiguió rigurosamente la educación musical formal, inscribiéndose en la prestigiosa Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC), que acepta solo a un estudiante al año en su intensivo programa de flamenco. Pasó una década estudiando cante flamenco tradicional bajo la tutela del respetado maestro José Miguel Vizcaya, conocido como "El Chiqui". Durante este tiempo, perfeccionó su potente voz y su profunda comprensión de las complejas estructuras del flamenco, actuando en pequeños bares, bodas y festivales para ganar experiencia.
Dicha experiencia está marcada por una evolución constante, comenzando con un enfoque tradicional y expandiéndose a un fenómeno global a través de la experimentación audaz. Su álbum debut, Los Ángeles (2017), una colaboración con el productor Raül Refree, fue un trabajo acústico y minimalista enraizado en el flamenco tradicional que se centró principalmente en la muerte y el duelo; mostrando su voz cruda y poderosa y ganando elogios de la crítica y una nominación al Grammy Latino como Mejor Nuevo Artista. Fue un primer paso esencial, demostrando su dominio de la forma tradicional antes de deconstruirla.
Su segundo proyecto, El Mal Querer (2018), fue el proyecto de bachillerato de Rosalía en la ESMUC y su avance global. Reinterpretó una novela anónima del siglo XIII (Flamenca) para explorar el arco de una relación tóxica, utilizando las estructuras del flamenco como marco conceptual. Colaborando con el productor El Guincho, fusionó el melisma dramático y las palmas (aplausos con las manos) del flamenco con sintetizadores modernos, ritmos de trap y efectos electrónicos como el Auto-Tune. El disco contó tres éxitos comerciales internacionales con las canciones "Con Altura" junto J Balvin y el Guincho , "Yo x Ti, Tu x Mi" con Ozuna y "TKN" con Travis Scott debutando en el número uno en España donde obtuvo la certificación de triple platino en el país. El álbum, además fue aclamado por su innovación, ganando un Grammy Latino al Álbum del Año y otorgándole un lugar en la lista de los 500 Mejores Álbumes de Todos los Tiempos de Rolling Stone.
Motomami (2022) vio a Rosalía abrazar por completo un sonido urbano global, alejándose aún más de su base flamenca mientras conservaba su núcleo apasionado. El álbum es una mezcla audaz y caleidoscópica de reguetón, bachata, música electrónica industrial y hip-hop. Fue su álbum más exitoso comercialmente y mejor reseñado hasta la fecha, ganando un segundo Grammy Latino al Álbum del Año y demostrando su valentía como productora y compositora. La producción es altamente experimental, con giros armónicos inesperados, uso de samples y una atención a los detalles sonoros, lo que le valió elogios por su calidad técnica y artística. Motomami es un álbum autobiográfico y conceptual que explora la transformación de la artista y la dualidad entre lo "moto" (fuerza, dureza, riesgo) y lo "mami" (fragilidad, feminidad, crianza). Representa una figura femenina que se hace a sí misma y se libera de convenciones. A través de sus letras y estética, Rosalía aborda temas íntimos y cotidianos como el cambio, la sexualidad, el amor y la complejidad de las emociones humanas, permitiendo a la audiencia conectar con sus vivencias.
En Lux, grabó con la Orquesta Sinfónica de Londres, dirigida por Daníel Bjarnason, con arreglos de la ganadora del Premio Pulitzer Caroline Shaw -entre otros- utilizando su formación de conservatorio para componer música que se siente antigua y nueva a la vez. El álbum a su vez cuenta con la participación en arreglos de nuestra multi-instrumentalista y compositora puertorriqueña Angélica Negrón (Balún). El sencillo principal, "Berghain", insinúa esta dirección, yendo más allá de sus experimentos electrónicos o urbanos anteriores. Esta evolución muestra su búsqueda continua por explorar el potencial expresivo de su voz y su profundo conocimiento musical, íntegramente en español, demostrando que la integridad artística y el estrellato global no son mutuamente excluyentes.
Lux, el cuarto álbum de estudio de Rosalía, es un giro radical y audaz que se aleja por completo de la fórmula de éxito comercial de Motomami. Es una obra conceptual, grandiosa y profundamente personal que desafía las convenciones del pop moderno, apostando por la música clásica, la ópera y una búsqueda espiritual que exige una escucha activa y atenta. El álbum se sumerge en el misticismo femenino y la espiritualidad, apoyado en violines intensos, metales dramáticos, coros atronadores y el uso de timbales y campanas, creando una experiencia sonora inmersiva y, a veces, abrumadora.
Aunque el núcleo de este álbum es clásico, Rosalía inserta elementos modernos de forma inesperada. La crítica ha aclamado a Lux como una "obra maestra operística moderna" que redefine lo que significa ser una estrella del pop. Se elogia su ambición, su complejidad y su negativa a seguir las tendencias de la gratificación instantánea dictadas por las redes sociales. Lux, según lo describe la artista, es un disco de "puro maximalismo" que desafía al oyente; es un disco dramático, introspectivo y arriesgado que no busca la viralidad, sino la trascendencia artística.