El pasado sábado 10 de septiembre de 2016, el Coliseo de Puerto Rico se preparaba para recibir el regreso de una de las querendonas de la música popular mexicana en la isla, Julieta Venegas. La cita marcaba una de las paradas, ya casi obligatorias en la isla, de la intérprete luego de su paso por Estados Unidos, México, Centro y Sur América con su tour Algo Sucede; nombre que también acompaña y titula su más reciente producción discográfica. Llegamos al Coliseo a eso de las 8:15pm, mientras nos anunciaban que el concierto podría tener un leve retraso, no pasó mucho tiempo después de la hora acordada - 8:30pm - para que comenzaran a sonar los primeros acordes de guitarra al ritmo de la batería y los teclados. Eran las 9:05pm, aproximadamente, y al unísono el clamor del público confirmaba que no pasaba nada con la leve espera.Poco o nada, a excepción de los sencillos en promoción, había oído de su más reciente y séptima producción musical Algo Sucede (2015). Era evidente que esta presentación incluyera un gran número de temas nuevos, pues la falta de completar mi asignatura para con el concierto eran dos asuntos pendientes que jugarían un plan descisivo en mi contra y a mi favor. Por un lado apreciaría un tanto más las interpretaciones por encima del fanatismo y por el otro lado, tendría mi percepción intacta al momento de pasar una opinión objetiva. Han pasado muchas etapas en la carrera de la artista y de esa misma manera ha quedado plasmada su experiencia en cada producción. La artista que en su momento enardecía su fogaje lírico pasaría a enfrentar la vida de una manera más madura, comprensiva y compleja. Tiene la sutileza de abordar una serie de temas y hacerte sentir entender varios lados de la historia. Ella tiene el don de decirte lo que quiera de manera bonita y hacer que las personas se sientan identificadas y comprendidas a la vez con su incomparable tacto, su humildad y simpleza; algo que siempre nos cautiva y regala con una sonrisa tímida, llena de complicidad.
Comenzó entonces el concierto con la canción "Esperaba", seguido por "Te vi" y "Original" intercalando temas de su nueva producción con éxitos de sus pasadas producciones, "Ese camino", "Limón y sal", también sonaron entre las más aclamadas de un puñado de decena de canciones hasta que llegó "Lento". Aprovechó el momento para hacer una pausa, soltar la guitarra y el acordeón para sentarse en el teclado e invitar a nuestra cubana, ya boricua, Diana Fuentes. Juntas interpretaron el tema basándose en la versión de su unplugged, dividiendolo en dos partes, una solo a voces y piano entre ambas divas y luego incorporándose el resto de la banda junto a la batería para añadirle energía positiva al delicado tema. Al final un momento bonito y memorable, que nos hace redescubrir y recordar porque son tan queridas y siguen cosechando tanto éxito en sus carreras. Una vez culminaron el tema, entró una fase del concierto más movida y alegre, temas como "Algo está cambiando" y "Eres para mi" añadieron sazón al concierto camino a una despedida en el mejor momento, para tomarse un aire y recibir más aliento del público que más pedía.
Regresó con su versión de "Sin Documentos", popularizada por Los Rodríguez de Ariel Rot y Andrés Calamaro, para luego tocar la favorita de muchos "Andar conmigo" y entonces, sí, despedirse de un público complacido con "Me voy". Al final de cuentas, Julieta seguirá siendo Julieta sea cual sea su propuesta, sea cual sea su nuevo camino y acá quedaremos para andarlo, pues algo sucedió y siempre sucede cuando está ella.
