jueves, 15 de septiembre de 2016

Maika Makovski nos brinda su "Chinook Wind"



Los vientos Chinook son cálidos y secos y, durante algunas horas, ayudan a calentar un poco la temperatura del crudo invierno en Canadá. En ese contraste de clima y sensaciones aparecen deslumbrantes las nuevas canciones de Maika Makovski en Chinook Wind; su séptima producción discográfica luego de cuatro años de haber lanzado su anterior disco. Esta nueva producción nos llega como una celebración de arte y sensibilidad, una asombrosa colección de canciones que beben a sorbos de la fuente del talento que emana la artista; una que dificilmente se encasilla por su magia como una artista total. El disco refleja un viaje en constante movimiento, donde cada canción reclama su propio espacio, como un peregrinaje a descubrir las raíces de sus cimentos, desde Macedonia a Canadá, pasando por Barcelona y Bristol donde finalmente se produce.Makovski (Palma de Mallorca, 1983) es compositora, músico, cantante, actriz, artista multidisciplinar y autora precoz - de madre andaluza y padre macedonio - que comienza a escribir sus primeras composiciones a la edad de 12 años, y quien además, posee naturalmente el poder hipnótico de capturarte con su presencia cada instante que sube al escenario. Luego de la publicación e impacto de su primer disco - Kradiaw (2005) - la artista comenzaría su tour por Europa junto a artistas como Howe Gells, The Dubliners y The Jayhwaks; lo que daría paso a la consecución de su proyecto con Kraj para Koferot (2007), propuesta que la llevaría a la asociación con John Parish (PJ Harvey, Eels) para la producción de su tercer disco homónimo Maika Makovski (2010). En este disco colabora, además, con artistas como Jim Barr (Portishead) y Billy Fuller (Robert Plant) abriéndole las puertas de US (NY y Chicago), Londres y estableciéndose como artista independiente co autoridad en España. En esta gira y acompañada de su banda (David Martinez a la batería, JC Luque al bajo y la percusión y Oskar Benas a la guitarra y coros) Maika fue nominada a cinco Premios de Música Independiente UFI, ganando el de mejor artista en junio de 2011. Ese mismo año edita su disco Desaparecer, que nace de una propuesta de Calixto Bieito, donde pone en escena los textos de Juan Echanove  para luego lanzar Thank you for the boots (2012) y su directo Live-Apolo (2015) demostrando en cada propuesta su versatilidad. 

Ahora en el 2016, con Chinook Wind, la artista siente la necesidad de descrubrir quien es, ocupar un espacio que ha estado durante 30 años vacío, una atracción magnética hasta el mismo centro de su raíz, "Por primera vez tengo la sensación de pertenecer a algo, indudablemente una experiencia vital muy potente, el principio de algo que todavía no soy capaz de ver completamente", nos comenta.

El silencio entre álbumes ha sido determinante a la hora de afrontar las canciones del nuevo disco. Las canciones de los dos trabajos anteriores compartían un mismo espacio temporal, pero en las nuevas composiciones se afronta el reto de abordar historias vividas durante un periodo mucho más largo, "descubren un espacio temporal de cuatro años, quería ser capaz de hacerlas respirar el mismo aroma. El talento de John ha sido determinante para visualizar cada cosa y ponerla en el sitio adecuado". Para la música se necesita estabilidad y la presencia de Parish en el estudio le ayudó a manejar, ordenar y seleccionar un grupo selecto entre un puñado de más de 40 canciones. 
Durante la grabación del disco sobrevolaba la idea de un disco refugio, un trabajo de verdad en cada una de las canciones, pura sensibilidad transmitida honestamente, como una transición en convivencia del invierno y la primavera con todos sus matices y sensaciones. Prueba de ello lo ejemplifica el sencillo "Not in love", un viaje desnudo y etéreo de belleza embriagadora , hechizo que David Trueba captura y propala en el video que lo acompaña de manera precisa.